¡Hey! ¿Genki?
Acoplar distintos pasatiempos puede ser un reto personal. En este post de estilo de vida voy a sincerar mi experiencia al vincular dos de mis principales pasatiempos, como son la repostería y, por supuesto, el anime.
En el mes de octubre del 2019 se acercaba el cumpleaños de mi esposo, gran seguidor de las obras de Hiro Mashima, especialmente de Fairy Tail. La tercera temporada recién había terminado y no pudimos negar que dejó un espacio vacío en nuestro fin de semana y nuestro corazón.
Es difícil superar el final de una serie que nos encanta, pero siempre podemos rendir un pequeño homenaje para recordarla y disfrutar el proceso. Así que motivada por el cumpleaños de mi esposo e inspirada en Fairy Tail, decidí aventurarme a preparar un auténtico pastel de anime.
Mi experiencia en la repostería es básica y cometo más errores que aciertos al momento de preparar galletas, tartas o cupcakes. Elaborar un pastel implica una rayita extra de dificultad; investigué recetas, coberturas e ingredientes que me permitieran crear un pastel firme y delicioso al cual pudiera dar temática de anime.
Inicialmente preparé un boceto de mi pastel soñado de dos niveles, con pan de vainilla y cobertura de crema pastelera con colorante azul “Happy”. En los costados del primer nivel colocaría los emblemas de los distintos gremios hechos de fondant. En el segundo nivel estaría el título del anime con su propia tipografía hecho en el mismo material. Finalmente mi pastel estaría coronado con el emblema de Fairy Tail.
La preparación
Conseguí todos mis ingredientes y un día antes de la celebración comencé con el horneado del pastel, di color la cobertura y comencé el recorte de las figuras de los emblemas en el fondant… allí comenzó el desastre.
Comencé mi creación alrededor de las 7:00 pm del 10 de octubre y lo completé aproximadamente a las 7:00 am del día siguiente (opté por dormir unas pocas horas) todo porque el fondant fue más complejo de manejar para una novata como yo.
Dibujar y recortar las letras del título fue más difícil de lo que esperaba. El tamaño del logo excedió el diámetro del pastel. La crema pastelera se endureció por la cantidad de colorante que agregué para conseguir el azul “Happy” que necesitaba. Al final mi pastel no era de dos niveles y el tiempo no me alcanzó para recortar los emblemas de los gremios. Fue decepcionante.
El resultado
A pesar de todo el cumpleaños debía celebrarse con un pastel y estaba emocionada de mostrarle mis escasos resultados a mi esposo. Ese día cenamos en un restaurante de ramen, donde pedí que tocaran el primer opening de Fairy Tail cuando le llevaran un postre especial del lugar. Más tarde al volver a casa le presenté formalmente su pastel de cumpleaños y ¡él quedó muy sorprendido y encantado con su pastel!
A pesar de que el resultado no fue lo más estético ni cumplió con mi elaborado plan original, el sabor fue muy bueno. Sin duda lo volveré a intentar ahora que tengo un poco más de experiencia, herramientas y tres temporadas vistas en Netflix de Sugar Rush.
¿Alguna vez intentaste acoplar distintos pasatiempos? Cuéntame en los comentarios!
¡GENKI!
Ese pastel estuvo riquísimo