El país del son naciente ofreció al público internacional a los personajes que mejor representan las cualidades de superación, lealtad y honor. Sin embargo, estar del lado de los villanos del anime es bastante común, especialmente cuando éstos son sencillamente grandiosos.
Para destacar, la trama de un manga o anime debe ser impulsado por un antagonista… bueno. En el sentido de que éste debe poseer una propia lógica retorcida, un trasfondo significativo y sus ideales deben ser claramente contrarios a los del protagonista. No puede ser malo, a secas.
Un antagonista como personaje adecuadamente construido cuenta con motivos convincentes para lograr que el espectador lo comprenda e incluso lo apoye en sus perversos fines.
Pensemos en aquellos villanos del anime: Hao en Shaman King, Zeref en Fairy Tail, Tsukaza en Dr. Stone, Padre, Lujuria y Envidia en Full Metal Alchemist Brotherhood, Pain en Naruto Shippuden.
En menor o mayor medida, encontramos estas características:
Crueldad
Envidia
Egoísmo
Obsesión
Moral ambigua
Pero recuerda, ¡los villanos del anime deben ser bueno! por ello se destacan con estas cualidades:
Fuerza construida
Motivación personal
Historia propia
Ironía
Autoridad
Liderazgo
Los antagonistas son personajes completos, de cuya correcta construcción depende el desarrollo del protagonista y la propia historia. En la vida real, cada uno es el villano de su propia historia ¿no crees?
¡GENKI!